Cientos de Evangelicos nos dimos cita allí desde temprano en la mañana para pedir a Dios por la paz de nuestro pueblo.
Pastores, lideres, y hermanos de las distintas iglesias levantamos a Dios el clamor reprendiendo toda ola de violencia, drogadiccion, desenfreno, idolatría, que nos afecta.
Esta actividad fue la primera de una serie de eventos de guerra espiritual que estamos llevando a cabo con el fin de declarar a Jesucristo como Rey de reyes y Señor de señores.